Por varias décadas los fanáticos de las Estrellas han visto desfilar un gran número de jugadores de excelente calidad y que su equipo ha conformado uno de los conjuntos más sólidos de varios campeonatos, sin embargo, no han logrado ganar un campeonato del torneo de béisbol invernal desde el 1968 y en esta temporada todo estaba prácticamente predestinado para que así sucediera, pero el fantasma del fucú que les persigue se ha asomado.

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Luego de que las Estrellas ganaran los dos primeros juegos de la serie final de la pelota invernal dominicana, todos los fanáticos de este equipo oriental y de los demás equipos ya eliminados que se aglomeraron para apoyar al mismo, como muestra de una vinculación estrecha y de apoyo a este equipo para que por fin pudieran obtener la tan ansiada corona del béisbol dominicano.

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Sin embargo, los bates de los jugadores de las Estrellas Orientales se han apagado, la defensa hasta ese momento impecable, ha dejado mucho que desear y todo el juego alegre que venían exhibiendo se ha desaparecido, por lo que muchos dicen que el fucú que siempre ha estado presente en este equipo de San Pedro de Macorís, ha vuelto a hacer acto de presencia y se interpone para que el mismo pueda lograr la tan ansiada y esperada corona de la Lidom.

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Por su parte los Gigantes del Cibao se ha apoderado de todo el terreno, logrando vencer en 4 juegos de forma consecutiva y colocándose a tan solo un juego para ganar su primera corona del Torneo de Béisbol Invernal de la República Dominicana, a pesar de tener a prácticamente todo el mundo en contra y apostando a las Estrellas Orientales, pero los jugadores de este equipo de San Francisco de Macorís muestra una determinación y entusiasmo que todo luce indicar que las Estrellas Orientales tienen las horas contadas y que posiblemente tendrán que seguir esperando otros años para poder obtener una corona de campeón en la Liga Dominicana de Béisbol.