Los peloteros y los carros de lujo son prácticamente sinónimos en República Dominicana, esto porque desde que los peloteros dominicanos comenzaron a tener contratos millonarios multianuales en las grandes ligas, una de las principales características que poseen es el hecho de tener varios carros de lujo, pero no cualquier tipo carro de lujo, sino aquellos que son extravagantes en diversos sentidos, como si se tratara de buscar llamar la atención en todo lo que hacen.

Es común y cada vez mas ver a los peloteros o mejor dicho a los mas destacados peloteros en el béisbol de grandes ligas, llegar a la República Dominicana luego de terminar su accionar en este exigente béisbol, para exhibir por las calles de sus pueblos, ciudades, barrios, sectores, sus extravagantes autos, carros que por su capacidad, son inalcanzables para la gran mayoría de los dominicanos, sin importar muchas veces su estatus social, pues se habla de autos de muy alto valor.

Carros como el Lamborghini Aventador que se ha puesto muy de moda en la República Dominicana y por el cual se estuvo cuestionando a un afamado productor de programas que se dedica a adivinar supuestamente los premios de la lotería, buscando de esta forma hacer que los dominicanos puedan realizar mas jugadas en estos y que se acusaba al mismo de que no había pagado los impuestos correspondientes, comprando a uno de los legisladores la exoneración que se le asigna por ocupar un puesto en el congreso dominicano.

Sin embargo, no se cuestiona el hecho de que los peloteros dominicanos por mucho tiempo han estado exhibiendo y trayendo hacia República Dominicana sus extravagantes autos de lujo, pero a expensas del pueblo dominicano, pues en su mayoría no pagan los impuestos correspondientes, ya que los diferentes gobiernos les premian con la exoneración de los mismos, para que puedan pasearse y mostrar a los miles de pobres en esta media isla, el caudal de dinero y poder que tienen en estos momentos de gloria.

Es común ver carros de lujo de los peloteros dominicanos por cualquiera de las calles de las principales ciudades de la República Dominicana, ante los ojos atónitos de cientos de curiosos, carros que cuestan en ocasiones mas de 300 mil dólares, como es el caso del Lamborghini Aventador que exhibe David Ortiz o Hanley Ramírez, carros excéntricos por su color como el Ferrari color oro de Robinson Canó, los cuales muestran a sus amigos y a los curiosos como sus mágicos trofeos por el hecho de haber triunfado en uno de los pasatiempos principales para los dominicanos.