México se ha ido convirtiendo en un país difícil de vivir, no tan solo para la clase rica o poderosa, sino para todos sin distinción, pues una denuncia de una organización sin fines de lucro ha informado que se producen en México un total de 228 secuestros al mes, lo cual es una proporción bastante alta para un país cualquiera.

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El abominable hecho de los 43 estudiantes desaparecidos, los cuales se asumen que fueron secuestrados y luego incinerados, y aunque los cadáveres no han aparecido, y las personas siguen esperanzados en encontrarlos, sin importar si están vivos o muertos, pero quisieran encontrarlos, para de esta manera poder tener certeza de que ocurrió con estos jóvenes.

Este hecho consternó a la comunidad de México en su totalidad, pero trascendió las fronteras y abrió los ojos de las organizaciones internacionales, así como de otros gobiernos y países, sobre la dura realidad que se vive en este país, que ha sido arropado por el narcotráfico y la lucha entre los diferentes carteles y la mirada indiferente de las autoridades.

Aunque las cifras que dan las organizaciones sin fines de lucro con las oficiales, los primeros indican que las autoridades solo cuentan como válidas aquellas denuncias de desapariciones que llegan a las diferentes instancias del poder judicial y policial en México y no contabilizan aquellas que por una razón u otra no pueden o no quieren llegar a estas instituciones para denunciar tal vez un hecho que no será tomado en cuenta por estos.

Las organizaciones sin fines de lucro que trabajan en favor de las familias afectadas por los secuestros indican que ya estos no son propios de la clase rica, sino que también golpea de manera cruel y despiadada a la clase pobre, pues se conocen cientos de casos de mujeres trabajadoras, de extracto muy humilde, las cuales son secuestradas y solicitan hasta 40 dólares para que puedan ser liberadas, lo que convierte a México en un país muy inseguro.