Los robos de celulares se han estado incrementando en la República Dominicana en los últimos meses, esto luego que durante un tiempo esta práctica fuera ligeramente calmada por medidas asumidas por las autoridades correspondientes, ya que lograron bloquear las ventas de dichos dispositivos en el país y también fuera del mismo.
Sin embargo, la prensa dominicana ha estado recogiendo en los últimos días, la muerte de varias personas por el mismo objetivo, el robo de sus celulares, ya que delincuentes los han interceptado para tratar de quitarles estos dispositivos y ante la negativa de los afectados, han sido ultimados de manera inmisericorde y sin contemplaciones.
Este aumento de robo de celulares y de muertes por este motivo tiene tal vez su esencia en que supuestamente al no poder vender los celulares para ser usados por otra persona, pues una vez reportado un celular como robado, es bloqueado en el sistema y se hace imposible su uso, sin embargo, hay un gran mercado de piezas y reparaciones que no tiene limites, ante la propagación de los celulares inteligentes en manos de los dominicanos.
Según lo que se ha vislumbrado hasta el momento, el tema es que los delincuentes que roban celulares inteligentes y también computadoras que pueden ser fácilmente rastreables, es proceder a desarmarlos y vender estos dispositivos por piezas, lo que hace que el negocio siga en franco crecimiento, pues no hay forma posible de ubicar estos dispositivos de esa manera, algo que es común en otros tipos de robos, como es el caso de los robos de vehículos, que se hizo una tradición la descuartización de estos para su posterior venta por piezas y donde la rentabilidad alcanza niveles insospechados aún.
Las autoridades tienen ante sí, un reto importante, pues las muertes de varias personas en pocas semanas, por el mismo motivo, es decir, por el robo de celulares inteligentes, enciende nueva vez las alarmas, para tratar de cerrar ese mercado creciente de piezas de estos dispositivos y que se puedan estar comercializando de manera impune, en perjuicio de lo más preciado para cualquier persona, su vida y su seguridad.