Arquimedes recibe una llamada temprano, preguntando si tenían disponible un determinado tipo de vehículo, muy específico y de alta gama, se trataba de un Mercedes Benz, a lo que de inmediato Arquimedes asienta y le informa al posible cliente, que tienen disponible en varios colores actualmente y que puede pasar a verlo cuando guste, a lo que el cliente de inmediato indica que estaría pasando al siguiente día en horario de la mañana.
Tal y como había indicado por teléfono, el cliente acudió al Dealer, para ver el vehículo en los diferentes colores, y fue recibido por Arquimedes, quien de forma muy cordial lo recibió y le indicó que podía pasar a ver los mismos y también hablarle un poco de las características de dicho vehículo, y de la nada el cliente empieza a hablarle de su negocio, de lo bien que le ha ido desde hace unos años para acá, que incluso se siente hasta un poco sorprendido por la demanda que ha tenido y lo que esto representa en ingresos y que debido a esa bonanza y la proyección de seguir creciendo, es que lo ha llevado a buscar el vehículo que siempre ha querido.
Ante la muestra de tanta bonanza económica, Arquimedes se entusiasma, pues entiende que la venta es algo muy seguro, solo es cuestión de ver que color del vehículo es que le gustaría o con el que este cliente se sentiría más a gusto, y entiende que los colores disponibles son bastante atractivos y de gran demanda, por lo que considera como un hecho el poder venderle el vehículo a este cliente.
Arquimedes con gran entusiasmo invita al cliente a una inmersión profunda para que pueda apreciar de primera mano el vehículo, tanto en su interior, la parte del motor, las funcionalidades y toda la tecnología envuelta en el mismo, con la finalidad de que el mismo pueda sentir mayor necesidad de comprar uno de los modelos y colores disponibles.
La retirada del cliente
Luego de más de una hora y media viendo y conociendo a profundidad el Mercedes Benz, y cuando Arquimedes entendía que era cuestión de formalizar la venta, el cliente le indicó que debía irse, que hablarían más adelante, y que le había gustado y que era algo seguro que estaría comprando dicho vehículo, pero que en ese momento tenía otras cosas que realizar y que estaría regresando en un período breve, con la finalidad de adquirir ese auto de lujo.
Pasaron los días, semanas y luego de más de dos meses, en un recorrido que estaba realizando Arquimedes con amigos, compartiendo durante el fin de semana, alcanza a ver al cliente que tanto tiempo le dedicó y que estaba tan entusiasmado por comprar el Mercedes Benz y de lo bien que le estaba yendo en su negocio, montándose en un carro del año 2002, de esos carros pequeños que son traídos desde uno de los países orientales y que suelen traer el guía a la derecha y que aquí son cambiados en diferentes talleres especializados, y que resultan muy económicos.
Arquimedes quedó estupefacto, no lograba asimilar que la persona que tanto énfasis había hecho en que iba a comprar un Mercedes Benz del año, estuviera montado en un carro con una diferencia abismal a lo que representa en todo al Mercedes, pero no quiso acercarse a esta persona y prefirió quedarse, pues no lograba asimilar algo semejante y quedó con la tarea de que el lunes al regresar al Dealer, estaría llamando a esa persona, para verificar si todavía estaba interesado en comprar el Mercedes o que había sucedido.
Su sorpresa no pudo ser mayor, cuando el lunes a las 10:30 de la mañana se logra comunicar con el cliente y al preguntarle sobre si seguía interesado en adquirir el Mercedes Benz, este le indicó que lo disculpara por no avisarle, pero que ya había adquirido otro vehículo, y no de las dimensiones del Mercedes, pero que era algo que se ajustaba a su estilo y condiciones y que muchas gracias por las atenciones que le había prestado en su visita, y nuevamente reiteraba sus disculpas.
Arquimedes un poco decepcionado, solo atinó a decirle, que no había ningún problema, que de todas formas estaba a la disposición para si más adelante pudiera tener interés nuevamente en uno de los vehículos de lujo con que contaba en su negocio y para sus adentros, tratando de encontrar la lógica de una persona que vende la idea de que cuenta con un negocio muy próspero y que genera grandes beneficios y que por esa razón y porque siempre ha sido su sueño el tener un Mercedes Benz, decide luego comprar un vehículo muy inferior en calidad, precio y características.