Durante mucho tiempo los pueblos fueron obligados a leer en los medios impresos y también un tanto en la televisión y radio, pues no podían a través de estos medios cerrados poder expresar su disentir con relación a las opiniones que vertían en estos periodistas, comunicadores, políticos y otros tantos, pero ya en la actual era digital y la apertura de comentarios en los medios digitales ha logrado quitar el protagonismo a los opinadores.
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Es común ver en cualquier periódico digital una serie de comentarios refutando en muchas ocasiones con argumentos muy superiores o hechos fehacientes las opiniones de periodistas, comunicadores, políticos y otros que de una u otra forma tienen acceso a los medios de comunicación, donde se les abren las puertas para que expresen su parecer o muestren su destacada intención de favorecer con estas opiniones o análisis a uno que otro sector, ya sea político o de cualquier otra índole.
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Aunque también es cierto que muchos de estos comentarios son utilizados por personas que no cuentan con la capacidad suficiente para hilvanar correctamente una oración o frase o argumentación, que pueda dar al traste con la opinión o análisis de determinado comunicador o político en un momento dado.
Internet y democracia
El internet ha logrado un mayor grado de participación y de que la ciudadanía no se quede en el simple hecho de ser un lector pura y simplemente, sino que puede de una manera directa, poder mostrar su desacuerdo o acuerdo con el opinador en los periódicos digitales, mostrando en algunas ocasiones, como estos opinadores, tratan en vano, como si no se dieran cuenta que se encuentran en otra era, en una donde las personas y lectores ya no son ausentes, sino que se encuentran ahí, y preparados para delatar cualquier error o intento de manipulación de hechos y acontecimientos, así como situaciones de diferentes colores.
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Este hecho que ha sido reprobado por mas de un periodista, comunicador o político, porque se han visto frente a personas que cuentan con los datos y conocimiento necesarios para refutar sus pobres argumentaciones, y que ya no se trata de contenidos vertidos en medios impresos, donde muchos no tienen el acceso para refutar estos comentarios o analisis, así como opiniones, sino de sitios abiertos y con acceso total para expresar su desacuerdo o argumento en contra de lo expresado.