He dado seguimiento al igual que muchos de mis amigos y relacionados al tema de Uber en la República Dominicana, pues uno pensaba que con la llegada de este servicio de taxi a través de una aplicación móvil, podría cambiar definitivamente el uso y costumbre de dicho servicio, el cual era muy deficiente, por la manera poco profesional y práctica que utilizaban o utilizan todavía las empresas tradicionales de ese importante sector del transporte en este país.
Sin embargo, el servicio de Uber solo fue confortable y eficiente los primeros 3 o 4 meses, cuando exigían a los conductores que solicitaban el acceso para poder brindar el servicio de taxi a través de su aplicación móvil, muchos requerimientos y sobre todo, que tuvieran un vehículo en excelentes condiciones, ya que esto es una característica imprescindible para lograr poder accesar a este tipo de servicio, tal y como ocurre en los demás países donde Uber se encuentra funcionando.
Uno de los mayores inconvenientes que se han presentado con Uber en la República Dominicana es el tema de las tarifas dinámicas, algo que ha sido una total locura, y tal vez no sea un problema de Uber en realidad, sino más bien del tigueraje de los conductores que se han quedado realizando este importante servicio de transporte en este país, ya que los mismos hacen lo indecible para tratar de que la tarifa de un servicio que no debería sobrepasar los 300 pesos en grado extremo, puede llegar, como en efecto lo ha hecho, a que el usuario de Uber en República Dominicana tenga que pagar hasta 700 pesos, algo injustificable, ya que si se hace una comparación, con ningún otro de los servicios tradicionales o no de taxi en Santo Domingo o cualquier ciudad de este país, se puede pagar o se pagaría esa cantidad por la distancia y el tiempo recorrido.
El problema de Uber y los conductores en República Dominicana
Entiendo que los conductores de Uber quieren tener rentabilidad, pero no creo que cobrando sumas abusivas y retardando deliberadamente la llegada al punto de destino, sea la forma adecuada, ya que si el usuario recibe un servicio demasiado costoso, lo más probable es que en la próxima oportunidad decida utilizar otro sistema de transporte u otra empresa, aunque sea una tradicional, de las que haya que tener que llamar a una base, y hablar con una persona sin la más mínima conciencia de lo que es un servicio al cliente ni educación básica, pero también hay otras opciones de taxi a través de aplicaciones móviles, que son competencia directa de Uber.
Si Uber no vuelve a sus inicios y realiza los cambios necesarios, es decir, poner reglas claras a los conductores, exigir como al inicio y como hacen en otros países, que los vehículos que utilicen estos conductores, cumplan con un criterio estricto, así como el comportamiento, vestimenta y demás de dichos conductores, entonces, es muy probable que los días de Uber en la República Dominicana estén contados y no será por el problema inicial que siempre tiene esta empresa en cada país, es decir, que encuentran resistencia por parte de los servicios de transporte de personas tradicionales, sino más bien, porque los usuarios que esperaban un cambio en la mentalidad y forma de este servicio, al final encontraron que a pesar de que es una forma más moderna de solicitar el mismo, cuando hacemos la comparación, terminamos recibiendo el siempre pésimo servicio y calidad.