Recuerdo que a finales de los 80’s se produjo una guerra entre las principales casas licoreras del país, en ese tiempo en mi natal Constanza, lugar de un clima envidiable, aunque por el cambio climático las cosas ya no son tanto como antes, donde durante todo el año se podía disfrutar de una temperatura super agradable, al punto de que era impensable utilizar abanicos y mucho menos aires acondicionados. El punto es que en ese momento Siboney, Brugal, Barceló y Bermúdez se peleaban por los muchos consumidores de estas bebidas.
Sin embargo, esta lucha descarnada lo que provocó fue una canibalización en cierto modo de esos productos, y produjo una crisis en los colmados y establecimientos que expendían los mismos, pues estos se vieron afectados por la forma en que los propagandistas se estaban manejando. En ese tiempo lo que estaba realizando cada propagandista por su cuenta, era acercarse a un grupo o a personas que estuvieran tomando una de estas bebidas, y le ofrecían cambiarle la misma por 2 botellas de la competencia, a lo que raudos y veloces estas personas accedían a dicho cambio, pues ya habían comenzado a tomar de la que le estaban ofreciendo el cambio y aparte de eso, le ofrecían 2 por 1 y sin costo alguno, por lo que en la mayoría de los casos, no tenían siquiera que pensar en comprar, porque luego aparecía otro de la competencia y por esos 2 les ofrecían cambiar por 3 o 4.
En ese juego se fue tejiendo un desorden y canibalización, que ya las personas lo pensaban mucho para comprar una botella de cualquier bebida y si lo hacían, era con el firme propósito de que apareciera el propagandista de la competencia, para que le ofreciera 2 botellas por esa y así no tener que comprar, por lo que los colmados y establecimientos que vendían esos productos, se vieron afectados considerablemente y ya las personas no querían pagar los precios establecidos, porque sabían que los podían obtener gratis y esto se producía con mayor volumen en las festividades como Las Patronales, que se daban en el mes de septiembre, así como en Semana Santa y obviamente en Navidad, donde el comercio siempre esperaba tener un mayor volumen de ventas, pero no estaba resultando así, por lo que tuvieron que tomar medidas y luego ya se fueron reduciendo considerablemente este tipo de ofertas.
Pero no sin antes provocar un grave daño, que permaneció por un buen tiempo y tuvieron que emplearse a fondo, primero para evitar que los consumidores de bebidas alcohólicas se mostraran molestos con determinadas marcas, porque ya no ofrecían las ofertas y que estos no se encontraran muy costosos los precios en los diferentes establecimientos, un largo camino que para algunos resultó satisfactorio, pero con sus pérdidas y otros no pudieron subsistir más allá.
La canibalización de productos por sobrevivencia
Traje a colación esa historia la cual pude palpar y conocer bien, pues fui parte de esa generación, y que al igual que en esa oportunidad, ahora lo veo de igual manera, pues sorprendentemente se puede apreciar como algunos actores de algunas industrias, por un instinto de sobrevivencia, pero donde se observa una nula planificación, pues claro, nunca pensaron que esta situación los pondría casi al borde de la desaparición tal y como se conocían, se están dando a la tarea por el simple hecho de sobrevivir unos cuantos días, porque es inevitable que de seguir así, su desaparición no es ni siquiera a mediano plazo, sino a muy corto plazo.
Es impensable que en estos momentos algunos actores de diversas industrias estén canibalizando los precios de sus productos, afectando a otras que si se han dedicado de manera inteligente y con previa planificación, pues aunque no estaban preparados para una pandemia, si estaban viendo los cambios irreversibles que la industria digital estaba creando y que obligatoriamente tendrían que mirar hacía allá, pero esos que no lo hicieron y que hoy canibalizan sus productos, corren el grave riesgo de no poder llegar ni siquiera a sobrevivir los pocos días que creen que podrán.
Pensar a mediano plazo, aunque haya recortes inevitables y que ya no se vean tan fuertes como antes, es lo más conveniente a tener que en pocos meses desaparecer totalmente o ser llevados a un punto donde no se podrán tomar en cuenta, pero de paso se estarían llevando la industria, pues a los que pudieran quedar, les resultará muy difícil sobreponerse a una guerra de esta magnitud y cuando un producto es degradado y sobretodo, que hay tantas opciones en diferentes lugares, diversos nombres, un abanico de oportunidades impresionantes y que con solo un empuje, de un lado por sus precursores y del otro por los antiguos actores que procedieron a canibalizarse, entonces es innegable que su desaparición será total y los que no, tendrán que emplearse bien a fondo, para luchar de tú a tú, con aquellos que consideraban irrelevantes en un momento, como si fuese un David cualquiera enfrentándose a un Goliat.